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sábado, 23 de abril de 2011

Clase 2

Breve reseña histórica del desarrollo de la política.

Roma
Mientras tanto, en la península itálica aquellas tribus de diferente origen y costumbres, esencialmente latinos y etruscos, se habían ensamblado en una sociedad organizada. Esa construcción social se produjo simultáneamente con el pasaje del paleolítico al neolítico. Las características de fertilidad del valle del Tíber sumada a la benevolencia del clima fueron factores que convirtieron a las tribus nómades en sedentarias. La agricultura acentuó la necesidad de la división de roles y la asignación de funciones de mando. Algunos miles de años de evolución determinan la formación de una ciudad estado similar a las polis griegas.

La Civitas romana
Alrededor del año 750 AC., se asume la fundación de Roma y el establecimiento de la monarquía como forma de gobierno. La designación de los ministros religiosos por parte del monarca, llamado Rex, estructuraban, una organización de sustento teocrático para una monarquía de cooptación concordada. Cada Rex elegía con acuerdo de las familias patricias (las dominantes) a su sucesor. La incidencia de la herencia etrusca, guerrera por naturaleza, fue dando a ese estado una connotación fuertemente militar.  Siete reyes tuvo la Roma monárquica.

La república
En el último reinado, el del Rex Tarquino, se produce una acumulación desmedida del poder y un ejercicio plagado de soberbia, provocó su caída y marcó el primer escalón del ascenso hacia la res-pública (la ciudad considerada como cosa pública, cosa de todos). Uno de los detalles de esta etapa fue la aparición de la exteriorización de la voluntad (y su imposición) por medio del fragor que producía la tropa golpeando sus escudos con las espadas (su-fragium en latin, de donde deriva la palabra actual sufragio). Esto inducía que el ejército más numeroso era aquel que convertiría su deseo en ley.  Desde ese momento y mientras se completaba la forma de la deseada república, la concentración de todas las fuerzas sumada a la coyuntura histórica proyectó los límites del estado fuera de la península itálica. A su paso tomaban las posesiones, dominaban la tierra y esclavizaban a los vencidos para incrementar su fuerza de trabajo.

La expansión hacia Grecia
Hacia el año 150 antes de Cristo,  todas las orillas bañadas por el mediterráneo eran suelo romano, incluyendo Grecia. El dominio de los griegos había sido diezmado antes por las guerras médicas (contra los persas) y en última instancia por el avance de Alejandro de Macedonia. Este último, lejos de destruir a su paso, había institucionalizado la conservación de la cultura helenística, la formación de bibliotecas y la universalización de la lengua griega. 

Los nuevos esclavos
El avance de los romanos sobre las posiciones griegas produjo un efecto inverso sobre la cultura de los invasores. Resulta que la fineza de la formación de los griegos opacaba cualquier educación latina. Hasta la estructura politeísta griega fue transportada a roma, que hasta ese momento contaba con una variedad ecléctica de Dioses, provenientes de cada etnia originaria, sin que guardaran relación entre ellos.  Los conquistadores veían en los vencidos la riqueza cultural que anhelaban para sus hijos, por lo que en lugar de hacer trabajar la tierra, a estos esclavos se les encargó la tarea de preceptores. Así desembarcaron las ideas políticas de la representación y la participación en el seno de las familias romanas más influyentes.

La transformación de la participación en la sed de poder.
En el giro de un siglo la conversión de la monarquía en república sumada a la inclusión de las ideas griegas, desató una serie de guerras civiles que procuraban la llegada y permanencia de un plebeyo en el trono del princeps (principal entre sus pares, no príncipe en el sentido de la nobleza) a través de la exteriorización de la fuerza, por encima de la razón y la acumulación de poder. Estas rebeliones fueron encabezadas por los generales que comandaban las tropas. Uno de ellos, el primero, fue Julio Cesar.

Conclusión:
A lo largo de estos siglos que recorrimos entre Grecia y Roma apreciamos dos formas fundamentales de conducirse en el manejo político del poder:
Mientras en Grecia todos decidían en la materia de la polis, en Roma la cosa pública tenía el atractivo de la apropiación.
En ambos casos la desnaturalización del uso del poder condujo a la caída. En Grecia la expansión estimulo la formación de enemigos y el desgaste en guerras. En Roma, la idea de apropiarse de todo el acervo público encendió la mecha de las guerras internas y el consabido debilitamiento.
Como vamos a ver de aquí en más, la desnaturalización del ejercicio del poder, conduce irremediablemente a la caída de cualquier régimen.
Pasarán 15 siglos hasta que el estudio de la política como relación de poder se haga con rigor científico y tres siglos más, hasta que se encuentre el método de equilibrar este péndulo. En la mayoría de las naciones actuales, el método todavía no ha sido perfeccionado y el péndulo continúa su oscilación.



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